La Sauna


También en la «eterna primavera» anhela uno a veces, en las noches de invierno, una sesión de sauna y un vaso de vino en la terraza de la sauna bajo la Vía Láctea. Dado que no hay saunas públicas, hemos construido una sauna de leña y traído el horno como equipaje voluminoso en el avión. Para los palmeros, dejarse quemar en una cabina a 80 grados es un disparate. Nosotros consideramos que ustedes, en algunas ocasiones, sabrán apreciar este lujo.


Por favor, nunca entren en la cabina con zapatos y utilicen toallas, hay suficientes a su disposición.
Dado que en La Palma la electricidad es extremadamente cara (se produce a partir de diesel), les rogamos que utilicen la sauna con moderación. Tres horas a la semana están incluidas en el precio. En caso de que deseen utilizarla más tiempo, por favor, añadan 5 € por hora en la «caja de la honestidad».


El control de la sauna está ubicado en almacén, en cuarto de servicio que se está debajo de la terraza de la sauna, en el armario que se encuentra a la izquierda, detrás de la puerta según se entra (abrir puertas superiores).


Para ponerla en marcha, pulsar en primer lugar el botón central y a continuación el botón superior. Cuando las luces están encendidas como se muestra en la fotografía, la sauna funcionará durante dos horas y posteriormente se apagará automáticamente. Pónganla en marcha de nuevo si así lo desean. La única finalidad del temporizador es la de apagar la sauna en caso de se les olvide hacerlo a ustedes.


El interruptor para encender la luz está, como les resultará fácil de adivinar, sobre el botón inferior.
La temperatura se controla mediante la rueda; no obstante, ya está colocada a una temperatura bastante elevada.
En el cuarto de servicio hay también una lavadora que pueden utilizar si quieren lavar las toallas o hacer la colada durante su estancia. (La entrada de agua debe estar abierta; si no es así, esta se encuentra detrás de la lavadora. Si no se inicia inmediatamente, simplemente presionen el tambor).


Les rogamos que no utilicen las herramientas y demás utensilios que hay en el cuarto de servicio. Confiamos en que no lo harán.
Por favor, también es importante mantener cerrada la puerta de la sauna después de las sesiones. A los gatos del barrio les encanta buscar rinconcitos agradables y podrían quedarse encerrados dentro.
En cualquier caso, ¡disfruten de su estancia!